¿Para qué sirve la agrobiodiversidad? Tres estudios que explican sus virtudes


30 enero, 2015, Por:

¿Para qué sirve la agrobiodiversidad? Tres estudios que explican sus virtudes

Agrobiodiversidad de la Chinantla oaxaqueña - Foto de Eugenio Fernández VázquezAsí como se habla de no poner todos los huevos en la misma canasta, podría hablarse de no apostar todo el ingreso a un solo cultivo. En la agrobiodiversidad está una de las claves para mantener sanos los suelos de los que depende la agricultura, los bosques que muchas veces la envuelven y la fauna de la que depende para que las plagas no arrasen con la producción. En el cultivo de distintas especies a la vez está también una de las claves para ganar en productividad y para enfrentar mejor las incertidumbres climáticas y económicas que trajeron el calentamiento global y la crisis financiera que no se va.

Comprobando lo que millones de campesinos consideran más o menos obvio, acaba de aparecer un artículo que cuantifica las ganancias en productividad que se obtienen con la siembra de distintas especies en las mismas parcelas. El estudio cobra doble relevancia al venir de una de las regiones agropecuarias más proclives al monocultivo: se realizó en Texas.

La investigación, liderada por José G. Franco, de la universidad Texas A&M, muestra los resultados de varios experimentos con melón, ocra, cacahuate y frijol sembrados a un tiempo, privilegiando la producción de uno u otro. Las conclusiones son contundentes: sembrar tres o cuatro especies bien seleccionadas en cada surco permitirá a los agricultores de pequeña escala ganar en productividad al tiempo que requerirán menos insumos.

Otros estudios realizados antes señalan otra ventaja de sembrar varios cultivos y de mantener la diversidad genética de cada especie: la agrobiodiversidad funciona como un seguro contra las desgracias. En un estudio realizado en el sur de Italia en 2003, Salvatore di Falco y Charles Perrings mostraron que la siembra de distintas variedades de trigo servía para estabilizar los ingresos de los productores, a pesar de los posibles golpes climáticos y de la volatilidad de los precios. El mismo di Falco concluyó en un artículo posterior preparado con Jean Paul Chavas, que “la diversidad reduce los costos del riesgo” y que además tiene un importante impacto en el bienestar de los más pobres, porque “los efectos benéficos de la diversidad tienen un valor aún mayor en tierras degradadas”.

Hoja con roya - Foto de Eugenio Fernández VázquezEn estos meses, algunos productores de café del país han visto las virtudes de sembrar varios productos y de no depender de uno sólo para todos los ingresos. Un hongo, la roya, ha arrasado con los cafetales mexicanos, alentado por las intensas lluvias del año pasado. Las pérdidas en algunas regiones se cuantifican hasta en 80% de la producción. Y llueve sobre mojado: el café en los mercados internacionales alcanza precios excepcionalmente bajos.

Las comunidades que han logrado encajar este golpe y sufrir los menores daños son aquellas que se apoyaban en varios cultivos, tanto al interior del cafetal (canela y vainilla, por ejemplo) como en sus distintos terrenos. Con ello han podido sustituir al menos una parte de los ingresos perdidos con lo que les llega de otras fuentes.

Por todo esto, en nuestros proyectos en campo, en el Consejo Civil impulsamos la agrobiodiversidad y la agricultura orgánica. Combinando, por ejemplo, maíz, frijol, chícharo y frutales en las mismas parcelas, los productores con los que trabajamos en el Estado de México han podido aumentar sus ingresos y mantener constante la producción a pesar de tormentas y sequías. En la Península de Yucatán, la combinación de producción maderable, miel y agricultura ha permitido aumentar producción y productividad y contar con un portafolio de actividades que ni los huracanes dañan.

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