Análisis de la implementación de REDD+: los programs especiales


21 junio, 2015, Por:

Análisis de la implementación de REDD+: los programs especiales

Portada PEATREDD(The Mexican Civil Council for Sustainable Forestry recently launched its study “Review of REDD+ implementation in Mexico: Analysis of the Special Programs in REDD+ Early Action Areas.” The Special Programs are implemented by the National Forestry Commission (CONAFOR) and are part of the Forests and Climate Change Project, which is financed by the World Bank. To read the study in English, follow this link.)

México se ha puesto a la vanguardia en la lucha contra la deforestación y el cambio climático. Mientras en la esfera internacional avanzan los acuerdos para el diseño final del mecanismo de Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación forestal (REDD+), y en la Cumbre de Bonn sobre Cambio Climático se alcanzó ya un preacuerdo, México, con la Comisión Nacional Forestal (Conafor) operando este esfuerzo, tiene una experiencia rica en el tema.

Como una aportación para cumplir con los compromisos y objetivos establecidos por el gobierno mexicano, el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible realizó una Revisión de los Programas Especiales de Acción Temprana REDD+ (PEATREDD+), uno de sus instrumentos más prominentes para disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero de origen forestal.

Para la ejecución de estos programas se ha puesto en marcha un esquema innovador, que consiste en la elección de Áreas de Acción Temprana REDD+, para las que se diseñan programas especiales, los PEATREDD+, y se elige o construye un organismo local que articule las políticas públicas de las distintas dependencias que actúan en el campo y el bosque. Hasta el momento, hay tres áreas de acción temprana REDD+, en Jalisco, Chiapas y la Península de Yucatán. Los PEATREDD+ operan con recursos fiscales del presupuesto federal y con recursos provenientes del Banco Mundial, a través del Proyecto Bosques y Cambio Climático. A diciembre 2014, han entregado apoyos por 856.3 millones de pesos en las tres regiones del país, y de 2010 a 2013 los recursos de los PEATREDD+ representaron el 38% de los recursos que ejerció la Conafor en los regiones de implementación.

A partir de la revisión del presupuesto ejercido en el marco de los PEATREDD+ y de entrevistas con los actores en los estados en los que se aplican, la revisión del CCMSS concluye que, a pesar de que hay avances muy sustanciales, todavía falta un largo trecho por recorrer en la aplicación de políticas públicas coherentes y bien articuladas que favorezcan la conservación y el uso sustentable de los bosques y selvas, y que frenen la deforestación y la degradación. Asimismo, falta propiciar la coordinación entre instituciones y actores involucrados en la implementación de los PEATREDD+ para hacer operativo el modelo de intervención propuesto.

Entre los avances más destacados que hallamos, está que, por primera vez en lustros, se realiza un intenso esfuerzo por articular acciones de los tres órdenes de gobierno y de distintas secretarías. También es de destacarse que se han tomado en cuenta acciones y recomendaciones de los actores locales y nacionales.

Entre los principales obstáculos que hallamos están las fortísimas inercias, tanto al interior de Conafor como en otras secretarías, que han impedido la reorientación del gasto público y de la acción política del gobierno. Esto ha llevado, por ejemplo, a que en lugar de canalizar más recursos a la producción sustentable, se privilegien esquemas de conservación pasiva, como muchos de los que derivan del pago por servicios ambientales, a lo que se destinan más de dos terceras partes del presupuesto.

Para corregir esta situación, el documento preparado por el CCMSS recomienda reorientar el gasto público, destinando la mayor parte de los recursos aplicados en las áreas de acción temprana REDD+ a proyectos productivos sustentables. Recomendamos también que las dependencias gubernamentales se comprometan de fondo con este esfuerzo, coordinando mejor sus acciones y construyendo un proyecto conjunto.

México no debe dejar pasar esta oportunidad para mejorar la política forestal y posicionar a nivel internacional las experiencias de México hacia la preparación para REDD+. El campo nacional lo necesita, para emprender un camino de desarrollo más incluyente y sustentable. Los compromisos de México lo exigen, porque lo que se haga en los bosques determinará si el país cumple lo prometido a la comunidad internacional en materia de cambio climático.

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