“Sembrando Vida” no es un programa de desarrollo forestal


9 noviembre, 2022, Por:

“Sembrando Vida” no es un programa de desarrollo forestal

El presupuesto federal 2023 asignará al programa Sembrando Vida 34,200 millones de pesos para impulsar sistemas agroforestales en poco más de un millón de hectáreas, mientras que a la CONAFOR se le asignan 2,500 millones de pesos para garantizar la conservación de 94.5 millones de hectáreas de bosques, selvas, manglares y matorrales xerófilos y para impulsar el manejo forestal comunitario.

En el documento “Estado que guarda el sector forestal en México, 2021. Bosques para el Bienestar Social y Ambiental”, que edita la Conafor en 2022, se afirma que el gobierno federal invierte en esta administración, una cantidad histórica de $32,889 mil millones de pesos para beneficio del sector forestal mexicano.

Esta información es equivocada y engañosa, ya que a los escasos recursos asignados a Conafor para impulsar el desarrollo forestal se les ha sumado (para efectos de esa publicación) el presupuesto que tiene asignada la Secretaría de Bienestar para el programa de “Sembrando Vida”, que en 2021 fue de $28, 930 mil millones de pesos (figura 1).

El programa de “Sembrando Vida” es un programa de apoyo a agricultores para el establecimiento de sistemas agroforestales, no es un programa que impulse la recuperación de áreas forestales, de ahí que se trata de una información engañosa.

El siguiente gráfico es el que publica la Conafor:

Figura 1. Presupuesto de la Conafor y de Sembrando Vida. Fuente: Conafor (2022).

Por el contrario a lo presentado en el gráfico difundidio por Conafor, el presupuesto asignado al sector forestal ha venido disminuyendo drásticamente en un 77% desde el 2014 hasta la fecha[1] (Ver figura 2). 

Figura 2. Presupuesto asignado a la Conafor desde 2014 a 2022.
                Elaborado por el CCMSS con datos del PEF

Sembrando Vida (SV) es un programa de la actual administración federal que impulsa el establecimiento de sistemas agroforestales en parcelas intercalando arboles frutales, maderables y agroindustriales que tienen posibilidades de comercializarse en algunos mercados locales o nacionales como: cítricos (naranja, limón, etc.), cacao, vainilla, agave, pitahaya, café, entre otros.

Ciertamente, ese programa promueve la siembra de árboles pero en terrenos agrícolas, lo cual no contribuye a recuperar áreas forestales, a manejar bosques y selvas o a restaurar áreas degradadas. Sembrando Vida puede tener beneficios sociales, productivos y ambientales, pero no es, en ningún sentido, un programa orientado a  la restauración y recuperación de los bosques, no representa una inversión para reactivar a dicho sector y no tienen el propósito de impulsar el desarrollo forestal.

La legislación vigente es muy clara y mandata al  Ejecutivo a poner en marcha una política forestal que contribuya a la conservación, aprovechamiento sustentable y a la restauración de las áreas forestales que han sufrido algún tipo de deterioro.

Mientras que a Sembrando Vida el presupuesto de egresos 2023 le asigna 34,200 millones de pesos para impulsar el establecimiento de sistemas agroforestales en poco más de un millón de hectáreas, a la CONAFOR se le asignan solamente 2,500 millones de pesos con la responsabilidad de cumplir con acciones estratégicas que le mandatan tanto la Ley General de Desarrollo Forestal Sostenible y la Ley General de Cambio Climático para garantizar la conservación de 94.5 millones de hectáreas de bosques, selvas, manglares, matorrales xerófilos y otras asociaciones vegetales que componen el territorio forestal del país, así como para impulsar el manejo forestal comunitario que realizan mas de dos mil ejidos y comunidades en 8 millones de hectáreas forestales.

Para cumplir con lo que le mandata la ley y atender efectivamente los ecosistemas forestales del país, el ejecutivo está obligado a diseñar y poner en marcha una política forestal que contribuya a solucionar la compleja problemática que se vive en las regiones forestales, de manera coordinada y respetuosa con las comunidades y ejidos. Se requiere una intervención gubernamental efectiva que logre frenar la tala ilegal de madera, la extracción ilegal de especies de flora y fauna, los incendios forestales, el cambio de uso de suelo generada por el establecimiento de proyecto agroindustriales, mineros y turísticos impulsados por grandes corporativos sobre territorios comunitarios, así como un presupuesto suficiente para ponerla en marcha.

La riqueza forestal de México es mayormente patrimonio de ejidos y comunidades; su conservación y aprovechamiento tiene un enorme potencial para contribuir a mejorar las condiciones de vida de la población rural. Sin embargo, el gobierno actual se desentiende de cumplir con la responsabilidad que le impone la ley y  pone en grave riesgo el patrimonio natural de país.

Es decir, se trata de dos políticas con metas, objetivos y presupuestos distintos: la forestal y la de bienestar. “Sembrando Vida” es un programa para de reconversión productiva y el desarrollo rural, pero no es un programa para el desarrollo forestal sustentable.


[1] Información obtenida de: https://www.gob.mx/bienestar/acciones-y-programas/programa-sembrando-vida.

[1] https://ccmss.org.mx/bosques-y-comunidades-en-el-olvido-gubernamental/.

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